
Un recorrido musical de cariz intimista y en formato de trío en el cual el mar salado y el polvo del suelo den cabida a canciones dibujadas de deseo, melancolía, natura, fiesta, sueños, sentidos, viento, silencio ocompromís. Un concierto por los contornos de Menorca que tan presto contempla y canta en el mar próxima y en la hora inmensa y abierta – labra sal – como nos acerca al suelo adentro de la isla más personal – labra polvo.
El límite de algo, el umbral máximo de una magnitud física, el extremo donde acaba elterritori de una isla, es su costa. Este contorno sinuoso, pleno de entrantes dulces y de abruptos salpicados por el mar es también el propio límite del mar infinito. Una línea, un límite, dos visiones, dos versiones. Frontera de dos mundos muy diferentes: la tierra que pisas y vivos frente al tamaño del mar, vía de escape más evidente e inexplorada. Ambos dibujante de su perfil.
CrisJuanico nos propone un recorrido musical intimista que transcurre por la línea física que perfila el límite territorial de una isla como Menorca. Un paisaje de costa, roca, arena, mar y viento, con un recorrido pausado en el cual el músico tan presto contempla y canta en el mar próxima y en la hora inmensamente abierta (como queriendo huir del propio aislamiento) como nos pasea por el suelo adentro más personal de la isla, con vivencias propias y razonamientos con el entorno que lo rodeja.la mar salado y la tierra de polvo den cabida a una compilación de canciones – elegidas de entre los muchos proyectos que ha llevado a cabo con «Ja t’ho diré» en solitario sobre deseo, amor, melancolía, natura, muerte, fiesta, sátira, sueños, sentidos, mundo y universo, viento, silencio, colores o compromiso.